Josefa Dominga Catalá de Valeriola Luján y Góngora nació en su palacio familiar de la ciudad de Valencia en 1764. Aunque el fondo es conocido por el título nobiliario de mayor rango, condesa de Almódovar, la verdad es que éste no es el más significativo del archivo conservado, puesto que accede a este título por matrimonio.

En esta noble se refundieron ramas de algunos de los linajes más importantes del antiguo Reino de Valencia durante siglos. Los orígenes de la familia se enraízan en los Catalá y los Centelles, que ya en el siglo XV entroncan con los Valeriola, en el siglo XVI con los Vives y Cañamás, en el XVII con los Perellós y Mompalau y en el XVIII con los Castellví. A todos ellos se unieron otros vínculos con los Ixer, Ribelles, Blasco Monsoriu...

Además de con esta aristocracia valenciana la futura duquesa estaba emparentada por línea materna con los Luján y Góngora que procedían de Madrid. Entre sus ascendientes encontramos también a los Mussefí, nobles originarios de la ciudad italiana de Lodi.
La unificación de todos estos linajes en Josefa Dominga Catalá la hace poseedora, por lo que se refiere a su vía paterna, de los marquesados de Nules y Quirra, baronía de Carlet, l'Alcúdia y Gestalgar, baronía de Sot de Chera, Estivella, Xaló, Llíber y Gata, a lo que habría que sumar varios señoríos como el de Tous.

Por vía materna y por su matrimonio con su primo, Benito Osorio y Lasso de Vega, en 1782 recibió territorios y títulos en Castilla y Andalucía. Su matrimonio sólo duró siete años, puesto que fue anulado en 1789, y fue tras la muerte de su tío Pedro Francisco Suárez de Góngora cuando heredó el ducado de Almodóvar, fundado en 1780, el condado de Canalejas y el marquesado de Ontiveros.

Así pues sus posesiones y la documentación vinculada a las mismas excede el territorio del Reino de Valencia para cubrir tanto zonas de Castilla y Andalucía, como noticias sobre la Picardía francesa vinculadas al condado de Fera, italianas por el marquesado de Quirra en Cerdeña y ultramarinas pues también tuvo derechos en Perú.

La duquesa de Almodóvar murió sin descendencia en Valencia a los 50 años de edad. Esta Grande de España se halla enterrada en la capilla de san Antonio Abad de la catedral de Valencia junto a su padre, al que apenas conoció puesto que falleció cuando ella tenía menos de dos años, quedando huérfana de madre a los pocos días, por lo que fue criada por su abuela la condesa de Canalejas y tras su muerte por su tío el marqués de Almodóvar.

La falta de descendencia, la temprana muerte de sus padres, los continuos pleitos que tuvo que sufrir para mantener parte de sus posesiones y el espíritu ilustrado del momento llevaron probablemente a que en su testamento fijara como heredera universal a su alma. Esto supuso que legó la mayor parte de sus bienes para dotar a los pobres huérfanos y para la enseñanza básica de los niños y niñas de las tierras que habían sido sus señoríos.